Resulta que el santafesino consiguió un uniforme para hacerse pasar por teniente primero, y aduciendo que estaba en una misión secreta, logró alojamiento gratis en cinco diferentes hoteles mesopotámicos y hasta se daba el lujo de solicitar la compañía de señoritas asegurando que luego su superior se haría cargo de los gastos. Todo le estaba saliendo redondo hasta que luego de exponer las mismas excusas, dos acompañantes de la noche en Paraná no se conformaron con la respuesta y tras quejarse ante los dueños del hotel lograron develar el misterio, Marcos Rojas no estaba en misión secreta, su única misión era pasarla bien, y gratis.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario