En el desértico estado de Arizona, el dueño de un club nudista, Sean Dubowik, debió ser intervenido quirúrgicamente por problemas que acarreaba en su vesícula, razón por la cual en la clínica de Scottsdale, el prestigioso doctor Adam Hansen lo sometió a una anestesia total para comenzar con la operación. Todo se desarrollaba con normalidad hasta que el doctor advirtió el enorme tamaño del pene del paciente y también el tatuaje que en el había, decía Hot Rod y era el precio pagado por una apuesta perdida, y entonces Hansen no tuvo mejor idea que sacar su teléfono celular y tomarle una fotografía. El problema surgió cuando uno de los integrantes del equipo de cirugía contó lo que había ocurrido en la sala de operaciones y a raíz de esto el Doctor Hansen podría ser suspendido y hasta le podría ser revocada su licencia médica.
"Ahora me siento violado, traicionado y saqueado", esas fueron las palabras del Sean Dubowick, el dueño del generoso miembro.
"Ahora me siento violado, traicionado y saqueado", esas fueron las palabras del Sean Dubowick, el dueño del generoso miembro.
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